domingo, 10 de julio de 2016

FEL en apoyo a lxs compañerxs de la UNAH, Honduras.

El pasado miércoles 6 de Julio diferentes organizaciones estudiantiles universitarias de la Universidad de El Salvador (UES), entre ellas la Fraternidad Estudiantil Libertaria (FEL), nos concentramos frente a la embajada hondureña en el El Salvador para solidarizarnos con lxs compañerxs en lucha de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Con esta acción apoyamos la resistencia estudiantil de lxs compañerxs de la UNAH, que están siendo reprimidos por la policía y las autoridades universitarias.

¡Viva la lucha de lxs estudiantxs de la UNAH!
¡Viva la autonomía universitaria!
¡No a la criminalización de la protesta!

jueves, 13 de agosto de 2015

¿POR QUÉ SE HA DIVIDIDO LAS LUCHAS POPULARES EN EL SALVADOR?

Por: Dimas Coyote
Actualmente, El Salvador se ha convertido en el 9° anillo del infierno que describe Dante en su obra “La Divina Comedia”, no es para menos, una guerra se ha desatado (o declarado oficialmente) entre las pandillas y el Estado Salvadoreño. Con temor a ser muy desatinado, podría decir que la fecha real de declaración de guerra contra las pandillas se remonta a julio de 2003, con el entonces presidente de El Salvador, Francisco Flores, declara su famoso “Plan Mano Dura” en contra de las pandillas en El Salvador. 12 años con militares en la calle, con policías armados con fusiles AR-15, FAL, sub ametralladoras UZI y otras armas de grueso calibre. El riesgo de muerte en El Salvador por arma de fuego es tan alto que no creo que sea necesario mencionarlo en este artículo.
Todo esto se da en el contexto de “paz” que se supone que se instaura en 1992, lo que en ocasiones, sociólogos lo han llamado “Pacto entre fuerzas sociales” lo que vuelve a la política democrática burguesa a tomar el papel que la guerra había hecho que se tomara (recordando la frase conocida de Carl von Clausewitz: La guerra es la política por otros medios; y la también transvaloración de Foucault: La política es la guerra por otros medios). Se obtuvo una libertad política en la cual se podía decir libremente a cualquier persona que era lo que yo quería ser tanto en la política, en la sexualidad, en lucha de derechos civiles, entre otras.
Entonces, podemos decir que El Salvador vive en estos momento una ruptura del pacto entre las fuerzas sociales, observamos que la derecha burguesa necesita o busca apresuradamente tener de nuevo las riendas del ejecutivo y legislativo, esto no es ante una amenaza comunista o progresista, sino ante una alianza de un sector de la derecha burguesa excluida de los negocios Estatales y la izquierda burguesa (socialdemócrata), no es necesario aclarar más este punto que en otros espacios se han aclarado. Solo en una cosa están claros, deben destruir al que en este momento es su enemigo: Las Pandillas. Lastimosamente no mencionan el narcotráfico que es el monstruo real. El Estado Salvadoreño necesita volver a tomar el control territorial perdido desde las épocas del conflicto armado. Mal tarea hizo el FMLN al no apoyar, articular, financiar y enseñar a pensar a lo que fueron sus comités de base en todo el país; al no crear cuadros en estas zonas, dejó que día a día fueran los jóvenes buscando otras “oportunidades” para sobrevivir.
No es que sea parte del FMLN, pero es necesario acusar su draconiano plan contra la creación de cuadros (que no han sido retomados), lo que crea que la mayoría de sus militantes no tenga una preparación ideológica y que no pueda llamar a más adeptos.
Y en sí, para todos nosotros que tenemos una ideología política de lo que se puede considerar de izquierda. Mea culpa.
Ante la poca preparación ideológica que puedan tener movimientos postmodernistas, organizaciones y asociaciones estudiantiles, sindicatos públicos y privados, gremios y proletariado en general, en El Salvador se ha entrado en lo que Cayetano Carpio llamaba: instinto de clase, o sea, la expresión espontanea de indignación, el deseo de organización y la exigencia de reivindicación[1]; el mero conocimiento de que existe un enemigo (que a veces no es el enemigo) nos hace sentirnos parte de una causa y aquel que no se encuentre en esa causa, es desplazado a pesar de ser parte de nuestra clase. Nos gusta etiquetarnos y es propio del instinto de clase, no de la conciencia de clase; el instinto da paso al izquierdismo, a buscar todo instantáneamente pero no a una preparación real tanto ideológica, como política y económica.
Pero eso no responde completamente la pregunta central expuesta en este artículo, desde mi punto de vista, existe un factor que le he llamado “Nostalgia de guerra civil”, en este caso lo describiré como ese ilógico deseo de sentirse que uno lucha, que uno tomará un fusil, de que tarde o temprano podrán reprimirnos y que de alguna manera unificará la lucha. Esto es peligroso, ya que distorsiona nuestra sensación, percepción, representación y aprehensión de la realidad y nos hace tener un “análisis” ahistórico de lo que acontece en El Salvador. No nos podemos guiar por aventurismos o sentimientos de heroísmo. El triunfo popular será no por un mesías, sino por la lucha de la clase popular en El Salvador y Centroamérica en general.
Por último, creo que es necesario decir que las ideas izquierdistas se han Institucionalizado en el FMLN, la institucionalización de las ideas comunistas, en una sociedad democrática burguesa liberal, han dañado completamente el aparataje de lucha que se podría tener; cuando se institucionaliza, se tiene un enemigo, pero, ¿es realmente ARENA el enemigo?, ARENA es parte de la maquinaria del enemigo, pero no es el enemigo principal, a lo largo de la historia el enemigo muta, se disfraza: Pro Patria, PRUD, PCN, PDC, hoy ARENA, mañana ¿PSP? ¿FMLN? ¿GANA?, no importa el nombre. En los años 60 eran militares y algunos oligarcas, ¿sigue siendo la oligarquía el enemigo? Claramente, pero no podemos desde ya llamarla oligarquía, han mutado de igual manera. La clase burguesa será nuestra enemiga siempre, el imperialismo el enemigo verdadero, el sistema capitalista, el enemigo inmaterial. La institucionalización nos ciega, creemos que todos los que son de ARENA no merecen ni que les hablemos, los excluimos cuando al final son de nuestra misma clase, Fidel Castro decía: “Y cuando alguien no comprende algo, no cesen de discutir con el hasta que comprenda, y si no comprende hoy, comprenderá mañana, comprenderá pasado, porque las verdades de la realidad histórica son tan claras, tan evidentes, que tarde o temprano toda inteligencia honrada las comprende. Es decir, no se trata de adoctrinar.”
Ante esta situación encontramos que se han creado tantas organizaciones, que a pesar de no ser parte del FMLN buscan una institucionalización, declaran traidores a los del FMLN, y es cierto, el FMLN es traidor, pero no todo el FMLN, la cúpula es la traidora, la base es engañada. No es necesario excluir a todos, solo a aquellos que se atrevieron a escupir sobre los muertos y mártires de nuestra lucha revolucionaria.
Para concluir este pequeño artículo, me atrevo a recomendar los pasos necesarios para la unificación de nuestra lucha, que nuestra lucha sea siempre clasista, revolucionaria; los verdaderos revolucionarios no podemos quedarnos callados ante las injusticias que lumpen proletarios organizados por déspotas burgueses hacen ante el pueblo, ante el campesino y el trabajador.
1)      Preparación ideológica verdadera dentro de las organizaciones estudiantiles, obreras, campesinas y de gremios informales
2)      Llamado a la unidad de parte de toda aquella organización que luche contra la burguesía, el imperialismo y el capitalismo
3)      Urgente trabajo de concientización entre los barrios, colonias y escuelas a los jóvenes que tengan un riesgo enorme de entrar a pandillas.
4)      Creación de espacios populares donde se promueva las ideas de la clase obrera y se tenga acceso a cultura popular
5)      Creación de zonas obreras autónomas que sirvan de retaguardia (Nuestras montañas son las masas)
6)      Armas para el pueblo.
SOLO LUCHANDO
SOLO COMBATIENDO 
NOS FORTALECEMOS

¡¡¡ VIVAN LAS LUCHAS POPULARES!!!
¡¡¡ VIVA LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA!!!

San Salvador, 13 de agosto de 2015.




[1] Cayetano Carpio, Salvador “Principios Elementales del Sindicalismo” (1951)

viernes, 17 de julio de 2015

La Universidad que (NO) queremos

La Universidad de El Salvador, sujeta a un momento económico, social y cultural mundial, está dirigida actualmente  por una selección particular de personas. Amplío. En el castellano que hablamos los y las salvadoreñas usamos la palabra particular, a veces, para referirnos a alguien que es desconocido para nosotros o que no pertenece a un grupo cohesionado, por ejemplo,  por la intimidad y confianza o para referirnos a un inmueble u objeto que no está relacionado a nosotros de ninguna forma. De manera que al referirme a estos personajes como particulares no estoy usando la palabra particular para destacar a ese conjunto de personas en positivo sino para denotar la lejanía de este “grupo de lejanos”. Lejanos a los intereses construidos histórica y socialmente que están relacionados al surgimiento de y desde la universidad autónoma – pública y que se fueron convirtiendo desde principios del siglo XX en caminos y espacios de crítica al Estado. No es de interés absoluto si este grupo de personas se graduó de la UES, su objetivo es llevar (maliciosamente) a la universidad a un estado de separación con la sociedad salvadoreña, a una separación  tal, que la universidad se vuelva irreconciliable e irreconocible con la clase trabajadora. El Afán por convertir la Universidad en un espacio “competitivo” en el contexto mundial ha deshumanizado los procesos, el espíritu y la mística que tuviera la Universidad en los tiempos del conflicto armado, por ejemplo. Lo que en mi opinión fue osado y maravilloso. Y en lugar de teorizar la universidad como espacio que revela la tensión y contradicción en el sistema capitalista se busca la fórmula para ser una empresa de bienes y servicios rentable en el mercado mundial. Una maquila que produce gente que sabe hacer cosas que la gente a la que se le negó el acceso a la educación superior no puede hacer, pero aun así, graduados de la Universidad,  van a ser profesionales remunerados pesimamente, alucinados por haber alcanzado incorporarse al encantamiento de la modernidad capitalista y poder construir un país conforme con la opresión y resignado a su pequeñez, que busca el pan de hoy y no lucha por el pan para toda la vida. En ese sentido debemos recordar que no hay presente sin pasado y no hay futuro sin presente que no mire al pasado. En palabras de Teresa Matus citando a W. Benjamín debemos acercarnos al presente en un horizonte de expectativas no cumplidas del pasado. Los caminos para la crítica son posibles cuando dejamos la inmediatez propinada (como un golpe) por la velocidad en la que corre nuestra generación. Una velocidad que revela vergonzosamente nuestra desesperación idiota de olvidar el pasado lo más pronto posible.


La universidad que No queremos va a ser posible cuando la Universidad que SI queremos no sea punto de llegada sino punto de partida. No debemos dejar que nos intimiden las autoridades de la Universidad, necesitamos una articulación que haga posible la insurrección y la defensa de la dignidad como estudiantes, como hijas e hijos de trabajadores. La universidad no debe ser un trampolín como lo plantea la estúpida movilidad social enseñada  por los italianos y creída por nosotros desde el siglo XVII. Hay que leer a Fabio Castillo para darse cuenta de la gravedad del asunto, para montarnos en ese horizonte Benjaminiano de expectativas, diría yo, AUN no cumplidas del pasado, cuando en 1991 sentencio diciendo que la universidad y lxs universitarixs deben desconocer y repudiar al estudiante que, al convertirse en académico mediante el esfuerzo del pueblo y de su familia, desconoce y repudia a su familia y a su medio social avergonzándose de ellos. La movilidad superada por la movilización, la movilización del pensamiento, de la crítica, de la creación de formas otras de organizarnos para resistir y transformar la sociedad. Si la Universidad de El Salvador para cambiar requiriera una toma sin precedentes extensa cuanto tiempo fuera necesario para obligar a la renuncia de las autoridades mientras se formula una nueva ley orgánica y se instaura un nuevo gobierno universitario cien por ciento estudiantil, yo me hago responsable y participante. Ha llegado el tiempo de predicar, de buscar otros vehículos para transmitir lo que hace que en lo profundo de nuestro corazón nos hace sentir estudiantes universitarios. No esperemos la represión manifiesta para actuar, aprovechemos las condiciones y las capacidades humanas que poseemos las y los organizados para construir una alternativa combativa e indetenible. Ahora sí, hacia la libertad por la cultura.

martes, 19 de mayo de 2015

¿Por qué Anarquista?

¿Por qué Anarquista?



Porque me da la gana, porque nunca he usado antifaz, porque prefiero ser aprendiz y no maestra experta, porque debajo de la teoría existe un universo de cosas que no se conocen pero se intentan practicar y de paso se aceptan las equivocaciones.

Tal vez solo por ponerle un nombre a un torrente de insatisfacción que fui acumulando desde los cinco años porque: las niñas no pueden hablar, no pueden montar bicicleta, no pueden jugar con varones, no pueden ir a las discos solas, no pueden tener novio, no pueden irse de casa a los 18, porque las niñas son de casa, porque hoy en día no solo tienen que cocina, fregar, lavar, también tienen que estudiar, ir a la universidad y pelearse por un sueldo superior al del hombre.

Quizás es solo resentimientos por un cumulo de cosas porque: los niños no les interesa hablar, no pueden cocinar, no pueden llorar, no pueden jugar con muñecas, los niños son de la calle y deben aprender a conducir un vehículo antes de los 16, y para ser bien varones tienen que tener varias novias sin que ninguna sepa de la existencia de la otra, y tienen que tener dinero porque un hombre vale lo que cuesta.

Es posible que sea anarquista porque nunca entendí los cuentos de hada, el monstruoso- dragón, la bella princesa y el príncipe azul, valiente; hasta que le di la vuelta y lo pude ver alrevez.

Porque llamarme anarquista: porque el estado, los parlamentos, los gobernantes, los políticos, los lideres autoritarios no sirven para nada más que para hacerse ricos, para excluir y para sostener los prejuicios, demostrado y confirmado, pero cada tanto lo volvemos a elegir voluntaria o inconscientemente. Porque todo el mundo sabe perfectamente que debe hacer el otro, para donde debe moverse, que carrera elegir, como dirigir mejor su vida, porque todos quieren mandar, mandar y mandar, pero pocos se deciden hacer, o dejar de hacer para no ser mas cómplice, cómplice del que oprime, del que excluye, del que discrimina, cómplice del que no cree nada mas allá de su nariz y por ende dogmatiza, obliga, desequilibra, parte, rompe, destruye. Cómplice del que obedece porque si, porque es más cómodo que te manden ya que al final la responsabilidad no es suya, cómplice del que llora pero no se revela y termina automatizado, obedeciendo como mansas ovejas.

Cómplices de una marca, porque todos sabemos que la Coca-Cola no quita la sed pero la preferimos antes que el agua, porque estoy convencida que cada uno tiene una gran adicción, algunos a las drogas, otros a la comida, a los ejercicios a los cuerpos fiitnet, otros al trabajo, al dinero, al ocio y generalmente esa adicción la genera la búsqueda de la libertad. La libertad tallada por tantos caminos: la mentira, las ilusiones, las fantasías, las adicciones, las burlas, los reconocimientos, los diplomas o títulos, los demás. La libertad siempre hacia fuera, rara vez hacia dentro.

Porque no soporto las nubes rosas, las burbujas azules, las mentiras, las falacias, el engaño, la cordura, las ataduras, las estructuras, la ceguera, las guerras, las armas, las encomiendas, lo cotidiano, lo turbio, lo borroso, porque pocos se bañan en un rio sucio a menos que sea por pura obligación.

Porque no me quiero quedar callada, porque no me quiero dar por vencida, porque no quiero dejar de creer que puede existir algo diferente, real o irreal, pero diferente, algo que me dé la opción de elegir por mi misma y con mis propios recursos, porque quiero creer que existe alguna verdad, que el mundo es horizontal, por lo menos la visión de él que proyecto.
Porque me he resistido siempre, me resisto y me seguiré resistiendo a que me manden, que me obligue directa o indirectamente hacer algo que no quiero, o a mandar a alguien hacer algo, porque no estoy de acuerdo, porque no lo creo, porque no me gusta, porque me maltrata o simplemente porque no me da la gana.

Las ganas, una palabra que tiende a malinterpretarse, porque tener ganas casi siempre se reduce a una retorica concepción sexual, o a una malcriadeza y en el mejor de los casos se relaciona  con rebeldía. Mis ganas generalmente están unidas a mi pasión sexual o no, rebelde o no. Y prefiero ser rebelde, “”salvaje”” o “educada” pero solo si me da la gana”.

Y soy anarquista porque me da la gana, porque me da ganas de vivir, porque me da ganas de creer y creo, porque me dan ganas de hacer y hago, porque me dan ganas de gritar, de hablar, de escribir y grito, y hablo de lo que me parece y de lo que no me parce y escribo lo que me sale de una conjunción de cosas que yo denomino mi alma o mis sombras.

Porque me da la gana de no obedecer, ni mandar, porque nunca he obedecido y nunca obedeceré, porque se me parte la hiel y se me revienta el hígado ante las injusticias, ante el juicio despiadado e inconsciente, ignorante, ante la cohibiciones y exclusiones, pero sobre todo y lo que más me da náusea es la jerarquía ¡la detesto!, y con eso me convierto en un ser humano que juzga, que castiga, que excluye, que separa y no me gusta y quiero creer y creo que algún día será mejor y dejare de juzgar y de excluir y me limitare a actuar conforme a lo que creo, o creo creer, o simplemente quiero creer, que probablemente no sea lo mejor para todos. Pero  tal vez ¡si para mí!. ¿Y con eso me convierto en egoísta?, Es probable, pero prefiero serlo mil veces, egoísta por elección antes que altruista por sumisión. Y me parce que con mi egoísmo termino siendo más solidaria y empática. Y eso me gusta y me da ganas. Y en resumidas cuentas por eso soy anarquista porque ¡me da ganas!



Rosa Rojas (Dominicana)