domingo, 8 de febrero de 2015

A PROPOSITO DE LAS ELECCIONES

El próximo 1 de marzo de 2015, El Salvador nuevamente tendrá la tediosa tarea de buscar el mejor lobo para pastorear las ovejas (una forma pesimista de ver las elecciones que creo que es la que mejor se pega a la realidad), ningún partido político representa los intereses de los trabajadores, ni de los sectores que lo conforman (Agrícola, Industrial, Comercio e Informal y algunos sectores de la pequeña burguesía); estas elecciones demuestran la poca creatividad de los partidos políticos en dar propuestas, y no es que no las tengan, cada partido político inscrito responde al proyecto político de la fuerza social que representa, pero el país no tiene dueño absoluto, no es la finca de los “14” oligarcas que desde principios del siglo XIX hasta 1979 controlaron a sus anchas el país y que desde 1989 hasta 2009 lo volverían a hacer (1979-1989 fue un periodo que Estados Unidos mantuvo su mano sobre la nación a través de la alianza propuesta entre Fuerzas Armadas y Partido Demócrata Cristiano).
Los momentos precisos de los cambios en la superestructura política y jurídica, así como los movimientos de la infraestructura económica en El Salvador, están claramente vistos entre mediados de la década de los 70 hasta principios de la década de los 90; prácticamente se habla de la guerra civil como el cisma de las contradicciones, y en cierto aspecto ello es cierto.
Pero nos preguntamos ¿Qué determinó el último golpe de Estado en el país, el 15 de octubre de 1979? ¿Cuánta influencia tiene la constitución de 1983? ¿La alianza Fuerzas Armadas – Partido Demócrata Cristiano benefició a quién? ¿Por qué el FMLN cambia su postura política y su cambio de programa de la Gobierno Democrático Revolucionario al Gobierno de la Amplia Participación?
No podremos entender la actual situación electoral sino comprendemos el pasado inmediato salvadoreño, si no se hace una relación entre cada acción, táctica y estrategia manejada por las distintas fuerzas sociales que han estado en pugna desde mediados de la década de los 70 en El Salvador.
El golpe de Estado de 1979, se dio por un ala de la FFAA, que pretendía no llegar a la guerra civil y mantener un periodo de elecciones periódico donde se “respetará” las ideologías en contienda (se conoce que la FFAA buscaron a miembros del Bloque Popular Revolucionario BPR, para que les apoyara en el golpe de Estado), este golpe es el primer paso para que una parte de las FFAA se aliará con el PDC, alianza que se mantuvo hasta 1989 cuando ARENA llega al poder.
La constitución de 1983, da un quiebre a la superestructura jurídica que se mantenía desde 1950; era una constitución de corte liberal, pero sobre todo, CONTRAINSURGENTE, dando un paso a que ella fuera el motor de lo que se conoce como medidas de ajuste estructural. Esta constitución fue reformulada por lo propuesto en la Junta Revolucionara de Gobierno, ante la presión del imperio estadounidense, de cortarle las alas al movimiento popular y a la guerrilla salvadoreña, de ahí que se rescaté la figura del Ing. Napoleón Duarte y que aparezca reconciliado con la FFAA, la misma que lo mando al exilio en 1972, tras el fraude electoral (algo semejante pasa en la actualidad, con la incorporación de Jaime Hill al concejo municipal propuesto por Nayib Bukele del FMLN mostrándolo como el signo del perdón ¿casualidad?)   
Del FMLN como guerrilla, como antigua unificación de las clases desposeídas, su paso de la GPP-GDR a la GAP, será otro ensayo que se elabora alrededor del asesinato de Marcial y los Acuerdos de Paz.
Teniendo medianamente claro lo que nos constituyó a lo que ahora conocemos como El Salvador, claramente estamos hablando que en este momento se vive una lucha negociada por el control Estatal, la lucha se da porque el modelo de producción (¿O acaparación?) beneficiará a aquel que tenga control del Estado Burgués Salvadoreño. A diferencia de Honduras, Guatemala y Nicaragua (citó dichos países por la cercanía de los territorios), no existe un bloque hegemónico capaz de controlar el poder en el seno gubernamental ni Estatal. ¿Por qué no existe un bloque hegemónico? En un anterior trabajo presentado en el XIV Congreso Centroamericano de Sociología, explicaba que actualmente existen tres bloques económicos en el país (Bloque tradicional: ARENA-ANEP, Bloque Emergente: FMLN-ALBA, Bloque Liberal: UNIDAD-¿Democracia Salvadoreña?), que viven en una pugna electoral política que no llegará a ningún fin, a menos que cualesquiera de los bloques logré derrotar a los otros, una fuerza social que se ponga de acuerdo para llevar a cabo el proyecto político. Si bien es cierto que está elección no es más que la repetición de un show mediático, y que los bloques solamente buscan ver en qué punto partirán en la nueva asamblea legislativa que llegará el 1 de mayo de 2015; ¿Qué tienen de novedosos los candidatos? A lo que se responde que ninguno de los candidatos en realidad expresará nada nuevo ya que responden a distintos grupos: Nayib y los nuevos empresarios colorados; ARENA y sus ideas conservadoras; el grupo de las derechas y su intento de buscar reactivar una economía liberal.  
A todo esto, no existe ninguna forma de proyecto político de los trabajadores, ya que ellos ideológicamente están concentrados en el conservadurismo, muchos de ellos no tienen el grado de madurez ideológica y no pueden participar en política, ya que nos han arrebatado el sentido político que es necesario para exigir, proponer y construir un modelo político diferente a la que cada uno de los propuestos en la contienda electoral.

En los próximos artículos, llegaré a la explicación de cada bloque, así como el paso de una élite a otra, y propuestas para elaborar un modelo alternativo en la política.
El Salvador: el país de la eterna sonrisa (Frase acuñada para la presentación de Miss Universo 1975)

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