miércoles, 18 de febrero de 2015

IQBAL (Cuento)

En total acuerdo con Hakim Bey*, para quien el mapa es una abstracción que no puede cubrir con presión 1:1 la complejidad fractal de la geografía. 

La noticia conmocionó a todo el mundo. La radio, la televisión y las redes sociales se saturaron de voces que opinaban, interrogaban y buscaban la manera hacer oír sus dudas, su alteración, voces que querían decir lo que pensaban sobre aquel hallazgo. Y no era para menos. La vida, para todos nosotros, como se conocía hasta entonces, dejo de ser una maravilla y pasó a ser un misterio, un misterio todavía mayor; tanto que ni el pensamiento científico más riguroso podía explicar lo que sucedía allá en Iqbal. Así que, circunscritos a las limitaciones observamos atónitos.

Se supo que en Iqbal no existía la mortalidad infantil, un indicador muy acostumbrado y consistente que la Organización de las Naciones unidas utiliza para cuantificar el desarrollo de un Estado Nación. También se supo que en Iqbal todas las personas tienen vivienda propia, no existe una sola persona que sea desposeída o huérfana. Las casas son robustas y bellas, de paredes sólidas con acabados finísimos y delicados. Alguien dijo que lo que se leía en esos grabados hermosos, en lenguaje del lugar, era el nombre de las mujeres que habitaban en la vivienda. Unos más osados insinuaron que en Iqbal el derecho paterno era cosa del pasado y lo aseguraban debido a la referencialidad incesante de los acentos femeninos por todas partes. En Iqbal todos trabajan, al parecer no existe jefes ni amos  y nadie consigue más de lo que otra persona tiene, nadie se queda con el excedente del trabajo ajeno, no existe esa conciencia de apropiación codiciosa. La tierra sabia y todopoderosa da a cada persona, sea niño, niña, o anciano, lo suficiente. Se supo además, para un estupor mayor, que la fauna de Iqbal es también muy particular. Según las primeras exploraciones, los animales no comen otra cosa más que hierbas y polvo; No hay persecución ni antagonismos entre ninguna de las especies, todas conviven en paz junto con las personas. El National Geographic magazine publicó algunas fotografías. Esto es lo que tenemos, esto es lo que sabemos y lo que no sabemos se acumula en una pila de cientos de miles de preguntas... por ejemplo, ¿Por qué no habíamos visto antes esta ciudad en un mapa?

*Hakim Bey o "señor juez" en turco, es el seudónimo de Peter Lamborn Wilson. Autor de Zona temporalmente autónoma (1990), anarcoindividualista y considerado por muchos el padre ideológico de los hackers. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario